sábado, 26 de febrero de 2011

INTELIGENCIA ORGÁNICA

Desde Howard Gardner y Goleman, numerosos han sido los estudiosos, ideólogos y comerciantes que han promovido la creación de "nuevas Inteligencias" y nuevas formas de concepción de dichas inteligencias (o mecanismos mentales) orientados fundamentalmente a la consecución de metas como individuos y como grupo. Además, se han esforzado arduamente en buscar nuevas herramientas para su delimitación y medición, de manera que no solo podamos hablar en un sentido meramente abstracto o filosófico, si no que se consideran Inteligencias precisamente por su motivación causal o la practicidad intrínseca a su concepción y desarrollo. Pero antes de analizar y buscar las ventajas que promueven estas nuevas comprensiones de Inteligencia, deberíamos entender el concepto de "Inteligencia" en bruto como valor absoluto.

La Inteligencia se describe a sí misma como "la resolución de problemas" o como "capacidad de entender y comprender". Pero antes de explorar su puesta en escena, debemos detenernos en medio de este fantático y multidisciplinar Universo y recapacitar. Solo reflexionando ante la inmesidad de información y rapidez de la misma entenderemos un por qué superior, una jeraquía implícita a su analísis, unas causas o claves inherentes que de otra manera nos podrían pasar desapercibidas. Entonces, sentémonos pues en esa gran roca en medio del  campo verde, viendo el horizonte y sintiendo el silencio de la inmensidad. En la soledad con nuestra esencia nos preguntaremos ¿cómo se puede dar por resuelto un problema? pero y sobre todo ¿qué es un problema?

Necesitamos un entorno para medir variables, ninguna causa es absoluta en sí misma sin un proceso interno y externo ubicado en un entorno, al que podríamos llamar "realidad".

A partir de ahí deberíamos tener una concepción científica de los organismos para analizar su "inteligencia" y valorar así su entendimiento, sus posibles problemas y su eficacia en la resolución de los mismos. Evidentemente no serán los mismos problemas a los que se enfrente diariamente una  persona de mediana edad en el sur de París que un niño de 10 años nacido en Trípoli. De la misma manera que los problemas y las estrategias mentales divergerán entre un chimpancé y una ballena austral. La única y gran conexión entre todos ellos y además la causa básica y última de su existencia es precisamente ésta, existir, "postergar su existencia", sobrevivir.

Analizando cerebros de grandes mamíferos y de monos superiores, nos damos cuenta de su complejidad y similitud con el cerebro humano. En el caso del delfín, por ejemplo, podemos observar como su corteza cerebral y los pliegues recreados en la misma, superan con creces a la del propio ser humano y está demostrado poseen un 50% más de neuronas que nosotros y que además nos duplican en conexiones neuronales.

Ya no hay duda que las especies más sociales son las especies mentales más complejas y las que intuitivamente han desarrolaldo mayores y mejores mecanismos de superación de problemas o de supervivencia.


La supervivencia engloba múltiples ámbitos simultáneamente y su concepción básica se refiere al propio desarrollo de su biología en el medio y a su postergación en base a sus genes. Es decir, no nos vale con sobrevivir de manera inmediata, si no que nos obliga a recrear los mejores mecanismos para que nuestra prole también lo consiga y aquí no vale solo con cantidad, sino que la calidad se establece como principal valor diferenciador del éxito.

La Inteligencia Orgánica vendría a estimular todos los conductos inmediatos que de manera heurística y sintetizada procesa nuestro cerebro ante las soluciones de "super-vivencia" (o "vivir en términos superiores"). No solo como individuos individuales, si no como corporaciones complejas dentro de unas macro-corporaciones aún más globales que se interconectan con variables más potentes.

Encontrar el equilbrio de la subsistencia es encontrar aplicación total a la Inteligencia Orgánica (o "Inteligencia Primitiva", ya que se sustenta en variables simples pero básicas e ineludibles). La Inteligencia Orgánica es  la encargada de interrelacionar infinidad de variables en microsegundos, al igual que funciona el pensamiento humano con las materias del pensamiento formal, desde las matemáticas, hasta biología, todas ellas buscan claves de relación para su resolución de problemas, patrones, mecanismos, sistemas... el ser humano se ha convertido en un explorador del medio, sabe que es la única manera de condicionar y promocionar oportunidades de supervivencia. La Inteligencia Orgánica podría ser explicada como la REACTIVIDAD INMEDIATA o sentido de la justicia intrínseco (equilibrio entendido desde cualquier especie como mecanismo inmediato que produce y alienta su permanencia). 

Pensar asusta, crear nuevos conceptos, ni te cuento, cualquier desviación de la norma puede conllevar un cambio y sin entender ese cambio, cualquier novedad se consideraría subersiva o peligrosa. Pero la única manera evolutiva del ser humano ha sido emplear nuevos mecanismos de interconexión que facilitasen su creatividad (o el desarrollo de lo que aún no está creado). Una reactancia de conceptos que su puesta en común nos dará algo muy superior a la individualidad de sus partes, como ese grupo de células que se aúna porque sabe que aún puede ser mucho más, o como ese grupo de pensamientos que se alinean para formar un concepto en sí mismo. Por todo eso y por más, la Inteligencia Orgánica nos recuerda lo que somos, lo que hacemos, de donde venimos y nos obliga a deternos para reflexionar acerca de adónde queremos llegar. Todo ello utilizando nuestras estrategias mentales a niveles cósmicos de manera que nos puedan permitir entendernos como especie, como medio y somo resolución a nosotros mismos, prevaleciendo nuestro equilibrio y subsistencia de manera prioritaria ante de cualquier otra máxima. El equilibrio mostrado en la concepción mayor de variables sistemáticas, del aprendizaje y del proceso resolutivo inmediato de concepción de nuestra especie.

Nos hemos transformado tanto a nosotros mismos que es inviable esperar un sistema regulatorio natural que nos explique en qué lugar estamos, eso es precisamente lo que hace la naturaleza entre todos los organismos que están bajo su tutela... pero nosotros hemos querido llegar tan lejos que en este arduo camino nos hemos encontrado solos, hemos adquirido una gran perspectiva, pero esa distancia nos separa cada vez mas de nuestros orígenes así que es inminente el sentarse en nuestra roca y reflexionar, buscar de nuevo nuestro organicismo o Inteligencia Orgánica y planificar las variables que inciden en su interconexión. Cuanto más grandes, mas responsables somos, si no existe un punto de confluencia entre estas dos variables ("gradiosidad" y "responsabilidad"), el equilibrio se quiebra y nuestra existencia también.