viernes, 27 de mayo de 2011

¿QUÉ PASA CON EL "SPANISH STYLE"?

Muchos son los europeos (y otros muchos países) que no se creen la reafirmación y consolidación de España como una de las grandes economías mundiales. Ciertamente con una deuda española que supera los más de 240 puntos básicos ofrecidos por encima del bund alemán y una rentabilidad próxima al 5,5% a finales de mayo de 2011, las esperanzas no es que se desvanezcan, simplemente quedan a la espera de tiempos mejores. No hay que olvidar que cuanto más nos aproximemos al 8% de límite que se impone para no ser "obligatoriamente" rescatados, más estamos colgándonos la soga al cuello. Lo peor... es que una vez rescatados, los países lejos de mejorar, cada vez tendrán que pagar más y más deuda (no solo se trata de la que UE y el FMI miren con lupa las nuevas políticas), si no que un rescate, a parte de resultar extenuante (o mortal) para el euro, nos dejaría fuera de la competitividad por más de un lustro. Solo hay que ver las cifras de tres de los PIIGS ya rescatados: Portugal: 621 puntos básicos y un interés del 9,2%; Irlanda: 749 puntos y un interés del 10,5% y la triste Grecia con 1480 puntos y el 16,7% de interés.

Por eso quizás sea buen momento para reflexionar acerca de ¿y ahora qué le pasará a España?. Desde luego que desde 2010 el rescate a Portugal había sido más que descartado por diversos Organismos Interncionales tras ver crecer su PIB un 1,4%... pero ¿por qué se presionó tanto desde el FMI por hundir a Portugal y ser rescatada por los recientemente acordados 78.000 millones de euros? Sin duda su crisis política también tuvo mucho que ver, Barroso solo ante el peligro finalmente se hundió en el barro, pero ¿hasta qué punto fue crucial el apoyo inmediato que ofreció el FMI resultando, como se verá, mucho peor el remedio que la enfermedad?. Un golpe tan duro para Portugal es un golpe también muy duro para España, porque nos guste o no, seguimos siendo un país mediterráneo y poco productivo, además de atesorar gran parte de la deuda lusa, la cuestión ahora es ¿cómo dinamizar nuestro país valiéndonos de nuestros mejores activos, las personas y hacer creer a los demás que España merece estar en lo más alto?

Tampoco hay que ponerse muy melodramáticos... España es a día de hoy la duodécima economía a nivel mundial, cierto es que 4 puestos por debajo que lo que era hace 4 años. Aún así, tan solo nos supera Canadá con una población menor que la nuestra, ya que los otros 10 competidores son países sutancialmente más poblados que nuestra curtida piel de toro. Aunque debemos reconocer que tras estos 3 años críticos (2008-2011), la UE ha perdido gran poder económico y EEUU nos pisa los talones, éste, a pesar de que también ha pasado malos momentos, ha sabido salir con mejor situación que todos sus compañeros europeos. También hay que alabar a otros países por haberse aferrado a las oportunidades y dinamizado sus sistemas, países tales como Brasil, India y México, por supesto a China que se mantiene a la cabeza. Países con una incipiente clase media, aún no tangible, pero sí pronosticable. Aunque sinceramente, por mucha capacidad de crecimiento, no cambiaría "mi suerte a la española" por otra suerte en países BRIC, la conciencia y dignidad de ser humano todavían no prevalecen ante intereses personales en muchos de esos países en auge. Y esta tendencia no se corregirá hasta dentro de 3 ó 4 décadas mínimo.


Así que... ¿somos buenos? ¿quizás no tan buenos? ¿qué ocurre en España? o mejor aún ¿qué tiene que ocurrir en España para que deseemos con más ahínco ser españoles? Nuestra situación global no es mala. Más bien todo lo contrario. Siempre por detrás de Alemania, Francia, R.Unido e Italia, pero somos el quinto miembro de este quintento del "Big Five" por orden de poderío económico. Precisamente el "Big Five" es un test de personalidad de amplio uso que gestiona las que se supone son 5 áreas básicas que componen la personalidad de un individuo. En Europa y en el mundo, 5 naciones que han cambiado el mundo mucho antes que otras apenas se vieran nacer así mismas. Hay algo en Europa que siempre ha impulsado mucho más el crecimiento humanistico muy por encima de otras regiones del globo terráqueo y es una base expansionaista y evolucionista que nadie va a poder negar. No solo la historia hace posible el cambio, si no que hay cambios en la historia que se dan en ciertas partes del globo terráqueo con mayor facilidad y dinamismo que en otras.

Ahora quizás sea de hacer un perfil completo a España, sabiendo que aunque nuestro PIB es alto, nuestra competitividad no lo es...según el Foro Económico Mundial (conocido familiarmente como Davos) hemos pasado de un aceptable puesto 26 en 2007 a un mezquino 42 en 2010. Algo pasa, o más bien demasiadas cosas no pasan. Hemos conseguido en apenas una década o dos, marcas e insignias nacionales potentísimas capaces de resguardar nuestro valor y lo "made in Spain" allá donde vayamos. Hemos cambiado el sistema en apenas tres décadas de forma radical, el consumo, la explotación, la mermada exportación, los productos, hemos cambiado la mentalidad del "Spain is different" de los 60, por el "Spanish Style" que debemos vender, porque ahora lo español mola, vende, resurge y aporta confianza, aún a pesar de la crisis, o aún más ahínco deberemos hacer por aquello de la crisis. Porque tenemos muchas cosas aún por explotar, porque sabemos donde buscar las claves para hacerlo. Porque sabemos qué es lo importante, explotémoslo.

Pero las carencias están ahí, quizás falte sensibilidad, sensatez, compromiso y sobre todo sofisticados individuos (más complejos, audaces, creativos e inteligentes, responsables y morales). Esperemos que el Consejo Empresarial de la Competitividad (creado por las multinacionales españolas) y la Comisión de la Competitividad (creada por el gobierno de Zapatero y presidida por Miguel Boyer) dinamicen el punto de inflexión en el que nos econtramos sabiendo apostar por nuestras mejores bazas y ante todo teniendo muy presentes cuáles son los puntos a fvaor y encontra de nuestro sistema económico.

Acabo de ver un vídeo del número 3 de Telefómica, José María Álvarez-Pallete, que promueve una acción con nombre de canción de Shakira,"Wayra", según él y su nulo estilo de comunicación y angustiosa falta de mentón aderezado con un insatifescho lenguaje no verbal, significa "viento" en quechua y permite algo así como captar a los jovencitos "facebuquitos" latioamericanos, brindándoles soporte y financiación para que creen sus empresas para revitalizar sus regiones bajo el amparo de Telefónica y se vinculen emocionalmente (y presumiblemente económicamente) a dicha empresa de manera que brinden aún más beneficios a la Telefonica. Cosa que veo muy bien... animar talento, aunque sea con fín mediato de lucro, siempre es respaldar el potencial juvenil en pro de un futuro mejor...

Pero digo yo... ¿cuando llegarán esos "aires" aunque sea con olor a chopitos o a albóndigas a España que realmente vinculen a los jóvenes con su país y con una potenciación y productividad a nivel de excelencia? No pretenderán "mis padres" que sea un ente hiperproductivo si tengo que harar campos yermos para poder subsistir sin ninguna ayuda, cuestión de prioridades diría yo... cuestión de falta de vinculación y responsabilidad con el país y con el futuro, que dirían otros campos cultivados. Con semillas, abono, luz y agua (y una palmadita en la espalda de vez en cuando)... quizás sí podamos hablar en un futuro próximo del "Spanish Style", un verdadero estilo español refrendado por la calidad y el compromiso y vinculado con las generaciones de jóvenes dispuestas a luchar bajo el campo de la insatisfacción por un futuro mejor para todos. ¿Cómo alentar el futuro con una responsabilidad básica y global para nuestro crecimiento?, quizás la clave sea tan sencilla como la vinculación por los intereses de crecimiento conjunto y para ello, muchos planes se pueden ponder en marcha... brindar apoyo está al alcance de casi todos.



PD: Perdón por las vulnerabilidades que pudiera haber herido, pero sin capacidad de crítica (siempre constructiva y asertiva), no podría mejorar nada de mi entorno ni me podría plantear un futuro mejor. El instinto me empuja a alabar a los poderosos, pero la cultura me orienta hacia la justicia y y la responsabilidad. De ahí la importancia de que más que nunca en tiempos malos, hagamos serias autocríticas por una superación mayor.